Sobre nosotros
“Ferretería Terriza”, un negocio creado en los años 70 en La Gangosa - Vícar, que ha ido creciendo poco a poco, hasta convertirse en un punto de referencia comercial en nuestra provincia, tanto para el sector agrícola como en el hotelero.
Historia
José Terriza nace en Almería, en 1936 ,donde su familia regentaba una ferretería, constituida por su padre, Jerónimo Terriza Abad, y sus tíos, Manuel y Juan, además de una una serrería en el barrio almeriense de “La Chanca”, bajo una sociedad “Terriza Hermanos S.R.C.” desde inicios del siglo XX. Al finalizar su formación universitaria como “Perito Agrónomo” en Madrid a los veintidós años, vuelve a Almería con su familia e inicia a trabajar en la ferretería de su padre y sus tíos, donde permanecerá durante doce años.
Tras la jubilación de su padre en los 70, José comienza a ejercer como, perito agrónomo llevando a cabo asesoramiento técnico y comercial. Coincidiendo con la eclosión de la agricultura de invernadero en la huerta de Almería, traslada su actividad comercial al poniente almeriense y se estable frente a las Alhóndigas de La Gangosa, donde empieza a comercializar productos fertilizantes y pesticidas para la tierra de cultivo, instalándose ya en el local donde se situaría la futura ferretería a pie de la antigua carretera de Málaga (N-340), actual Bulevar Ciudad de Vícar.
En los años 80, José Terriza empezó a investigar en sus posibles utilidades con respecto al campo. Llevaría a cabo varios sistemas de riego por goteo, y los ofrecería a los agricultores para que los pusieran a prueba. El invento le salió tan bien que fue un éxito total, recibiendo peticiones de todos los agricultores de la comarca. Es cuando una empresa dedicada a la creación de productos tecnológicos para el campo, “Novedades Agrícolas”, le ofrece formar parte como socio, para poder comercializar los productos que José habría patentado.
La respuesta, que fue afirmativa, daría lugar a cinco fructíferos años de trabajo en común, en los cuales venderían a los agricultores del poniente, los accesorios necesarios para el riego por goteo, abonadores, filtros, etc. de fibra de vidrio. El triunfo sería tan grande que casi no podrían abastecer la demanda del mercado. Pero los rápidos cambios técnicos en el campo hicieron que la fibra de vidrio quedase obsoleta como material y, tras cinco años de trabajo en común, acabarían desintegrando esta asociación de manera amistosa.
Paralelamente José habría iniciado el negocio de ferretería, un servicio que habría sumado a la comercialización de abonos y fertilizantes para el suelo agrícola. Y es que como él mismo reconoce, amaba ese negocio, pues suponía una herencia familiar que nunca llegó a abandonar.
Además, observó la necesidad de estos productos de ferretería agrícola para el campo, lo que le brindó una nueva oportunidad de negocio, para constituirse como “Ferretería José Terriza” que no ha parado de crecer a lo largo de sus cuarenta años de vida. Si en sus comienzos de la ferretería contaría solo con un empleado, Antonio López, que se inicia como aprendiz a los dieciséis años, ahora, Antonio ostenta el puesto de encargado general al mando de un capital humano de casi veinte empleados.
Los principales focos de su clientela se orientan hacia el sector de la hostelería y el campo almeriense, llevando sus productos hacia las cooperativas y fincas agrícolas así como a los hoteles. Su servicio de reparto, que está activo de lunes a viernes, cubre dos zonas: la de menor rango de acción, que engloba algunos puntos del levante almeriense, y la de mayor rango, que engloba prácticamente toda la zona del poniente.
Como bien destaca José Terriza, si hay algo que les caracteriza, es que en la ferretería “tienen de todo”. Comercializan productos desde ferretería general a industrial, droguería, pequeños electrodomésticos, electricidad, herramientas agrícolas, repuestos de electrodomésticos y fontanería, así como menaje, uniformes laborales. Desde su jubilación en los 2000, son sus hijas las que siguen frente al negocio.